El psicólogo cuenta, dice, rumorea que el estrés es …
Aunque la primera idea que nos venga a la cabeza al leer la palabra estrés sea de algo malo y perjudicial debemos añadir que las señales de estrés son respuestas completamente necesarias para la vida de todas las personas. Este tipo de respuestas es lo que llamamos una respuesta adaptativa. Éstas son acciones exitosas que realizamos en función de lo que la vida nos exige, y hablando en castellano diríamos que son todas aquellas alarmas que nos ponen en alerta y nos salvan de sufrir daños. Un ejemplo claro de una respuesta de estrés adaptativa es huir al ver un peligro inminente.
El problema aparece cuando este tipo de respuestas se suceden frecuentemente y se mantienen durante un largo periodo de tiempo, es a partir de este momento cuando podríamos hablar de patología o enfermedad y cuando aparecerán los tan temidos efectos nocivos del estrés.
En una sociedad como la que vivimos este tipo de respuestas estresantes están a la orden del día, hoy quizá no sean tan físicas como las que vivían nuestros antepasados (huir al ver un depredador) pero sí que nos amenazan de una forma más psicológica.
Si este tipo de respuestas se mantuvieran en el tiempo producirían en nuestro organismo un excesivo desgaste de recursos al cual seguirían una serie de problemas derivados como puede ser insomnio, ansiedad, depresión y muchas otras patologías más dañinas a las cuales haremos referencia al final del artículo.
Dividir el estrés en fases
Igual que hacemos en los demás post, en este vamos a explicar las diferentes fases del estrés para que así entendamos mejor su funcionamiento. Conociendo al enemigo un poco más cada día aprenderemos a vencerle a través de sus propias estrategias.

Fase 1
Cuando nos enfrentamos a situaciones estresantes nuestro cuerpo sufre una serie de modificaciones a nivel hormonal y fisiológicos, es esta la primera fase, a la cual llamamos Fase de alarma o huida. En este momento nuestro nivel de adrenalina sube y la sangre fluye con más fuerza hacia las extremidades, ya que son ellas las que la necesitan para huir, en el caso de las piernas, o para defenderse en el caso de las manos.
Otros síntomas que podemos destacar son un aumento de la producción de sudor, aumento de la tensión sanguínea y el que todos mejor conocemos, la elevación del número de latidos por minuto de nuestro corazón.
Fase 2
En el caso de que el estímulo estresante se mantenga durante un largo periodo de tiempo la respuesta anterior también se prolongaría manteniéndose la lluvia de hormonas segregadas en nuestro torrente sanguíneo.
Como resultado de esta acumulación de hormonas nuestro cuerpo decide mantenerse alerta durante el tiempo necesario para solucionar la situación que nos genera estos síntomas de activación. Esto puede durar días, meses o incluso años y como comprenderéis esto no puede ser muy bueno para el organismo.
Fase 3
En esta etapa podremos identificar signos de cansancio, debilidad física, sensación de embotamiento, confusión … todo esto es debido a la cronificación del estrés.

Aquí la teoría de la indefensión aprendida podría dar explicación a muchos de los trastornos ocasionados por estrés. Básicamente esta teoría nos explica que si sufrimos consecutivamente un suceso estresante y llegamos a la conclusión de que no tiene solución nuestro cuerpo terminaría por aceptarlo pero no por ello dejaremos de sufrir o padecer sus consecuencias.
Básicamente aguantar una situación estresante repetida a lo largo del tiempo es lo que va a provocar esta última etapa llamada fase de agotamiento.
Estas 3 partes son conocidas con el nombre de Síndrome general de adaptación, ya que incluye una fase de Reacción de alarma, una etapa de resistencia y en el último lugar tenemos el periodo de agotamiento y adaptación.
Consecuencias del estrés
Antes de terminar es muy importante saber que no todos reaccionamos de la misma manera a los acontecimientos estresantes y por supuesto según el tipo de reacción aparecerán a la larga diferentes patologías.
En el caso de las personas con hiperexcitación encontramos que son más propensos a las enfermedades vasculares mientras que en los que responden con hipoestimulación los resultados de los estudios encuentran más predisposición al cáncer. Hay más tipos de reacciones como la Antisocial que deriva en consumo de sustancias o la Racional-Emocional la cual está más relacionada con la depresión. En conclusión debemos saber que cada una de las diferentes personalidades tiene predisposiciones y vulnerabilidades diferentes.
Conclusión del psicólogo ¿ por qué necesito saber esto para manejar el estrés ?
Al igual que todo en esta vida, el estrés se compone de diferentes fases y partes. Tener en cuenta esta diferenciación nos servirá para conocer en que momento estamos entrando en cada una de esas fases y así saber cuando tenemos que frenar nuestro ritmo de vida. Usar esta información para conseguir evaluar la situación a tiempo es algo que, como habéis podido leer, a la larga nos puede ahorrar muchos disgustos en cuestiones de salud ya que como dijimos antes un estrés prolongado en el tiempo puede terminar en patologías tan peligrosas como lo son el cáncer o las enfermedades cardiovasculares.
Autor: Francisco José González Galán
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